Hoy en día muchas cooperativas, empresas privadas y entidades públicas tienen contratados para su personal diversas pólizas de seguros con las que hacer frente a sus contingencias cotidianas.
Se trata de pólizas que aportan una garantía adicional a las coberturas que ya ofrece la Seguridad Social y que permiten complementar sus prestaciones. Pero este tipo de pólizas no solo está disponible para las organizaciones empresariales: numerosas compañías aseguradoras han confeccionado pólizas de seguro específicas pensadas para que los profesionales autónomos podáis disfrutar de esas mismas coberturas y ejercer vuestro trabajo con mayor tranquilidad, aunque también hay circunstancias y actividades en las que esta opción es obligatoria.
Recuerda que hay ocasiones en las que es mejor curarse en salud y suscribir una póliza de seguros porque un simple error puede hundir tu negocio.
Seguros obligatorios
- Seguro de Responsabilidad Civil. Aunque solo es obligatorio para determinadas actividades, en muchas otras ocasiones supone un auténtico chaleco salvavidas porque permite cubrir los posibles errores que un autónomo o su personal contratado puedan cometer en su actividad profesional. Pero hay sectores que sí están obligados a suscribir este tipo de seguros, como el de los profesionales sanitarios, instaladores de gas y de electricidad.
- Seguro de convenio. Si eres un profesional con trabajadores y trabajadoras a tu cargo estás obligado a ofrecerles la cobertura de un seguro que se corresponda con su convenio colectivo y que cubra, según el caso, indemnizaciones por accidente, incapacidad permanente y muerte. Esta póliza es imprescindible para los autónomos con personas trabajadoras a su cargo: en caso de que no la tengas suscrita no solo te podrás enfrentar a sanciones económicas muy graves, sino que, en caso de accidente, tendrás que asumir las indemnizaciones que correspondan a tus trabajadores y trabajadoras.
- Seguro multirriesgo. Aquellos profesionales autónomos que desarrollan su actividad en locales comerciales de atención al público deben contar con un seguro multirriesgo que incluya contingencias como incendios, responsabilidad civil, accidentes, robos, daños en mercancías, etc.
Seguros voluntarios
- Seguro de invalidez o incapacidad laboral. Cuando una persona trabajadora autónoma se encuentra de baja laboral puede percibir una prestación por parte de la Seguridad Social. Sin embargo, en muchas ocasiones esta cantidad no es suficiente para mantener su poder adquisitivo y necesita un complemento económico a través de los llamados seguros ILT, de incapacidad laboral temporal. A través de este tipo de pólizas, el profesional paga una mensualidad a la compañía de seguros para que ésta, cuando aquél está de baja, le abone una cantidad diaria. En muchas ocasiones este seguro cubre también las visitas a especialistas médicos privados y los gastos de hospitalización. Este tipo de seguros puede ser baremado o no baremado. En el primer caso no suele ser necesario coger la baja en la Seguridad Social y conoces de antemano el baremo y la indemnización, aunque no cubre las dolencias de pocos días.
- Seguro de jubilación. Este seguro constituye un complemento a la prestación por jubilación que el profesional recibirá al final de su vida laboral por parte de la Seguridad Social. Aproximadamente el 80% de los profesionales autónomos optan por cotizar por la base mínima, de forma que la prestación por jubilación va en consonancia con esta cotización. Como referencia, un profesional que ha cotizado con la base mínima durante 15 años percibe 14 pagas de poco menos de 400 euros al mes. En el caso de que el periodo de cotización sea el máximo, también con la base mínima, la cantidad asciende a casi 800 euros mensuales. Estas cifras son orientativas pero te pueden ayudar a hacer tus propios cálculos y decidir si te conviene suscribir una póliza de este tipo.
- Seguro de vida. Aunque casi nadie piensa en la muerte o en la posibilidad de sufrir un accidente grave que le impida volver a trabajar, hay personas que sí tienen presente esta posibilidad y suscriben seguros de vida para garantizar una mínima cobertura a su familia, sobre todo cuando son ellas la única fuente de ingresos.
- Accidente laboral. Algunos profesionales autónomos desempeñan actividades que implican más riesgos potenciales de sufrir un accidente laboral que otras. En muchas ocasiones estos seguros están relacionados con los seguros por invalidez o baja laboral que hemos mencionado antes, pero suelen incluir cláusulas e indemnizaciones en caso de invalidez o muerte durante el desempeño de la actividad laboral.
- Seguro Sanitario. En muchas ocasiones los profesionales autónomos contratan seguros de cobertura sanitaria que pueden o no llevar aparejadas coberturas por bajas por contingencias profesionales. Entre los factores que determinan el precio de la póliza están la edad, el lugar de residencia, el sexo y la actividad profesional que realiza el profesional. Existen muchas opciones para suscribir un seguro privado, así que lo mejor es informarse y comparar.
Antes de contratar varios seguros, asegúrate de si te resulta más rentable recurrir a varias entidades o solo a una. En muchas ocasiones, contratar todas las pólizas a una sola empresa permite obtener importantes descuentos.
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