¿Sabías que los países de la Unión Europea producen al año más de 5.000 millones de toneladas de residuos, incluidos los domésticos?
¿Y que, de las 5,5 toneladas que generamos en Euskadi, el 80% proviene de la construcción y la industria?
¿Te has parado a pensar que la población mundial en el año 2050 necesitará el triple de los recursos que consumimos en la actualidad?
Son datos apabullantes, ¿verdad? Pero seguro que te parecen suficientemente gráficos como para explicar el concepto de economía circular y por qué muchos de los países y empresas de nuestro entorno caminan hacia ella.
Antes de nada, vamos a explicarte qué es la economía circular y qué hacen las empresas que la practican. Se trata de un concepto muy reciente que consiste en que las empresas intentan aprovechar al máximo los recursos que utilizan para reducir al máximo sus residuos e integrarlos de nuevo en el sistema productivo.
De esta manera se crea un círculo en el que dichos residuos pasan a convertirse en recursos. De hecho, se estima que el valor de los materiales que se depositan en los vertederos vascos asciende a 47 millones de euros, de manera que no solo hablamos de “aprovechar la basura” sino también de crear nuevos sectores económicos que además de sostenibles son rentables.
Habitualmente estos términos se aplican al sector industrial porque es el que mayor cantidad de recursos absorbe, pero la economía circular se puede, y se debe, extrapolar a todos los sectores económicos, incluidos los servicios.
De hecho, la economía circular entronca directamente con el concepto de reputación de las empresas, que se afanan en promover políticas de responsabilidad social y acciones de marketing 3.0 como parte de su actividad. Ya no se trata solo de vender, sino de hacerlo a seres humanos preocupados por los problemas de la sociedad y por el cuidado del medio ambiente.
En general, existen algunos valores troncales que debemos tener en cuenta si queremos integrar nuestro negocio en la economía circular:
- Es necesario que el ciclo de vida de un producto incluya su impacto ambiental para intentar minimizarlo y aprovecharlo de manera eficiente.
- Debemos apostar por proveedores de nuestro mismo ámbito territorial para reducir al máximo el uso del transporte en la fabricación y suministro de materiales.
- Tenemos que procurar reintroducir y reintegrar los residuos como nuevos materiales en el sistema productivo.
- Es preferible que intentemos reparar los productos tecnológicos que aún tienen vida útil en lugar de desecharlos y comprar nuevos. Rebélate contra la obsolescencia programada.
- Intentemos mantener una política completa de reciclaje con todos los materiales con los que trabajamos.
- Tratemos de elegir energías renovables para nuestra actividad.
Existen infinidad de ejemplos de negocios que utilizan el modelo de economía circular: son negocios que han puesto la tecnología al servicio de la sostenibilidad y el medio ambiente. Por ejemplo, podemos encontrar desde empresas dedicadas a la recogida y reutilización de cartuchos de tinta y tóner para impresoras, hasta startups que promueven hábitos sostenibles para sus usuarios, o iniciativas público-privadas que investigan sobre la reutilización de materiales de desecho de vehículos usados.
Y estos ejemplos, a su vez, forman parte de un amplio abanico de oportunidades de negocio que la economía circular ofrece a emprendedores y startups, y que la consultora Accenture ha resumido en cinco grandes grupos:
- Suministros circulares. Uso de energías renovables, biomasa o materiales reciclables en lugar de recursos no renovables.
- Recuperación de los recursos. Obtención de energía y de recursos útiles a partir de residuos o productos de desecho.
- Prolongación de la vida útil del producto. Implantación del diseño sostenible para ampliar el ciclo de vida de productos y componentes mediante reparación, actualización y reventa.
- Uso compartido de plataformas. Aumento del nivel de uso de productos compartiendo tanto su empleo como el acceso y su propiedad.
- Producto como servicio. Acceso a productos cuya propiedad se conserva para internalizar los beneficios generados con la productividad de recursos circulares. Este planteamiento puede ser aplicable a flujos de productos en cualquier punto de la cadena de valor.
Como ves, no solo puedes incorporar tu negocio a la economía circular, sino también encontrar nichos de mercado que te permitan emprender bajo parámetros de sostenibilidad. Si estás interesado en explorar este campo, recuerda que en Gaztenpresa hemos ayudado a crear casi 4.000 proyectos empresariales, y que estamos dispuestos a acompañarte a recorrer todos los pasos para crear tu propio negocio. Te esperamos.