Ya lo tienes claro, la decisión está tomada: has decidido explorar el universo del emprendimiento. Durante los últimos años has adquirido las competencias que se necesitan y has perfilado el carácter y la dedicación que hacen falta para sumergirse en este exigente mundo… Solo te queda una cosa por hacer: encontrar la idea y desarrollarla con éxito.
Una buena idea de negocio nunca suele llegar por casualidad. Exige un proceso de búsqueda y un trabajo pormenorizado que no siempre culmina con éxito. Pero muchas de las ideas empresariales brillantes tienen una cosa en común: estaban relacionadas con la actividad, con las aficiones, con los gustos o con las habilidades de sus promotores.
Salvo que seamos auténticos genios o personas visionarias capaces de adivinar el futuro, es mucho más probable encontrar la inspiración en el ámbito en el que nos movemos que en un sector que nos es completamente ajeno. Y buena parte de nuestro éxito dependerá de nuestro trabajo y de la ayuda que podamos conseguir por parte de terceros, como la Fundación Gaztenpresa.
Además, ten en cuenta que la mayoría de los negocios que triunfan se basan en conceptos que ya existen: por desgracia, son pocas las personas elegidas que tienen una idea excepcional que nunca nadie antes ha desarrollado. Por eso, cuando vayas a pensar en tu idea de negocio debes tener en cuenta estos elementos:
- Qué te gustaría hacer. Piensa en la actividad que te gustaría desarrollar, la que siempre has tenido pendiente o para la que te has preparado. Rescata esa vocación y nunca te faltarán ilusión, dedicación ni capacidad de trabajo. Para conseguirlo es conveniente que repases y ordenes todas las situaciones en las que te has visto haciendo ese trabajo, y las veces que has pensado “yo lo haría de otra manera…”. Estas situaciones se convertirán en una herramienta importantísima para perfilar tu nuevo negocio.
- Busca un sector que te haga feliz. Ser feliz en el trabajo no es una utopía: debería ser el objetivo de cualquier persona, y este objetivo es más alcanzable cuando tienes la posibilidad de elegir tu actividad. La motivación extra que te aporta la sensación de buscar tu trabajo ideal te ayudará a encontrarla y a analizar con detalle cada uno de los elementos que la componen para mejorarlos. Cuanto más concienzudo sea este análisis más posibilidades tendrás de encontrar un hueco en el mercado y conseguir que tu idea sea viable.
- Repasa tus aficiones. Si te gusta el fitness, lo conoces y lo practicas tendrás muchas más posibilidades de saber qué necesidades o carencias tiene ese sector y de qué forma puedes mejorar la experiencia de las personas que lo practican. Y lo mismo ocurre con la cocina, la lectura, el golf o el punto de cruz. Aprovecha el conocimiento que tengas sobre una afición para profundizar en ella y sondear las posibilidades de negocio que encierra.
- Examina tus propias necesidades. Muchas veces se nos ocurre una buena idea cuando sentimos una necesidad, tanto en el ámbito profesional como en el personal. En ese momento, lo primero que hacemos es saber si alguien puede atenderla, y en qué condiciones. Y si no encontramos respuesta, ¿quién mejor que nosotras mismas para analizar esa carencia y explorar sus posibilidades de negocio?
- Explora la súper-especialización. Hay sectores que operan en un mercado muy maduro y que, a priori, no representan una oportunidad de negocio como tal. Pero al aplicarles una súper-especialización esos sectores se pueden convertir en oportunidades de negocio con un enorme futuro por delante. Es lo que ocurre, por ejemplo, al juntar el sector de la Abogacía con la especialización en ciberseguridad.
- Revisa ideas que funcionan en el exterior. Un recurso que siempre ha funcionado pasa por buscar ideas de negocio en el exterior; importar actividades que ya han demostrado de forma sobrada su éxito en otras latitudes. La globalización y la hiperconectividad favorecen la búsqueda de este tipo de negocios más allá de nuestras fronteras, pero al mismo tiempo permiten que esas ideas sean visibles para muchas otras personas. Por eso lo que puede marcar la diferencia es la capacidad que tengamos para adecuar esta propuesta a nuestro mercado potencial.
- No desprecies ideas que ya existen y dales una vuelta. La mayor parte de los nuevos negocios se fundamentan en ideas que ya existen y muchas veces el matiz marca la diferencia. Por eso, si tienes una idea que te ronda la cabeza, antes de desecharla pregúntate si tu idea está plenamente desarrollada; si puedes ofrecer algo interesante en ese sector, y por qué no se ha explorado todavía.
Si aplicas estos consejos a la búsqueda de una idea de negocio tendrás más posibilidades de encontrar la inspiración y de completar este proceso con éxito. Y recuerda que en Gaztenpresa estamos para ayudarte: Cuéntanos tu idea y te acompañaremos en la elaboración de tu plan de negocio, y con los trámites y la financiación para ponerlo en marcha.