Sabes que la necesitas, pero no sabes por dónde empezar. Mucho se habla de ella. Con el auge de internet, la marca personal se cita como elemento clave para las personas emprendedoras. Pero, ¿qué es realmente? ¿Cómo se crea? ¿Y por qué es tan importante?
Cada vez más emprendedores acuden a nosotros para preguntarnos cómo crear su marca personal. Las dudas son muchas. ¿Por qué la necesito? ¿Hay que crearla solo en Internet? ¿Basta con abrir una cuenta en una red social? En Gaztenpresa sabemos que no hay una única fórmula y que cada caso es único. Dependerá del tipo de persona emprendedora y sus necesidades. Por eso te damos asistencia personalizada y te acompañamos durante todos los pasos que tengas que dar desde que tienes una idea hasta que abres el negocio y lo consolidas. En esta entrada enumeramos siete claves para que puedas empezar a familiarizarte con el concepto de marca personal y empieces desde hoy mismo a crearla.
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Un concepto nuevo para algo muy viejo
La marca personal, término acuñado a finales de los noventa por el escritor estadounidense Tom Peters, siempre ha existido aunque con diferente nombre. No deja de ser la reputación o la falta de reputación comercial de una persona. Los consumidores y consumidoras van a un determinado establecimiento porque confían en el buen oficio de sus dueños. O a un taller determinado porque saben que su mecánico es un genio. Si ahora se habla más de la marca personal, se debe a que con Internet la buena o mala fama de una persona emprendedora puede ser conocida más fácilmente y rápidamente que antes, como explica en este artículo el profesor de la IE Business School Enrique Dans. Basta con que tecleen tu nombre en Google para que puedan saber quién eres. De primeras puede asustar, pero si lo piensas bien, tienes ante ti una oportunidad y por eso te recomendamos que te esfuerces para crear una marca personal atractiva.
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Cambia tu perspectiva
Empecemos con las reservas de muchas personas emprendedoras que nos visitan. Algunos piensan que hablar de sí mismos como “marca personal” les deshumaniza y que el término “marca” es solo para las grandes empresas. Nosotros les decimos que intenten verlo desde otro punto de vista. Más que los inconvenientes, hay que apreciar las posibilidades. Tienes a tu servicio herramientas gratuitas como Twitter, Facebook y LinkedIn que pueden ayudarte a aumentar clientes y mejorar tus relaciones profesionales. Desperdiciar esa arma en un mercado cada vez más competitivo es un lujo que no debes permitirte.
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Influencias
No se trata de copiar, sino de tener influencias. Estudia el mercado. Investiga cuál es la marca personal de las empresas con las que compites y cómo la han creado. Toma nota. Lee artículos de expertos, como el ya citado Enrique Dans o Alfonso Alcántara. Intenta responder: ¿Qué te gusta del trabajo que han realizado para crear su marca personal? Busca en las principales redes sociales y descubre cómo las usan. Pero no te quedes solo con Internet. El mundo no acaba en un ordenador. Averigua también si organizan eventos, si participan en jornadas profesionales, si asisten a congresos, si tienen presencia en otros actos de networking y si colaboran con medios de comunicación. ¿Puedes hacer tú lo mismo? O mejor: ¿puedes hacerlo mejor? Con esta labor de investigación previa empezarás a asimilar las claves de la marca personal. Te darás cuenta de que detrás de una buena marca personal suele haber mucho trabajo, tanto al crearla como al difundirla. Y sabrás entonces que necesitas una estrategia.
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Estrategia
En primer lugar, tienes que definir qué imagen quieres proyectar al mundo. ¿Quién eres profesionalmente? ¿Qué ofreces? ¿Qué sabes hacer mejor que nadie? Y más importante: ¿qué te distingue? Necesitas también un objetivo. Para eso debes elegir a qué público quieres llegar. Muchas veces menos es más: se trata de llegar a las personas que te interesan, no a todo el mundo. Si eres experto en un determinado campo, puedes pensar en abrir un blog personal, una cuenta de Twitter o Facebook, y compartir ahí artículos y enlaces sobre la materia que dominas. ¡Tú eres la autoridad! Aprovéchalo y no tengas miedo a dirigirte a un nicho muy pequeño.
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Paciencia
El mundo va muy rápido y cada vez queremos las cosas más rápido. Pero crear tu marca personal lleva tiempo. Tu reputación se gana (y se pierde) todos los días. Recuerda que cualquier cliente puede escribir de ti en Internet y que su opinión, buena o mala, quedará allí para la eternidad. O que, si está contento con tu trabajo, puede recomendarte a su círculo. También, si has creado perfiles en redes sociales o abierto un blog, poco a poco aumentarás el número de personas que te siguen si perseveras y los actualizas habitualmente.
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Un relato
Es una realidad, nos gustan las historias. Una narrativa interesante de lo que eres y haces te ayudará a transmitir con más facilidad tu marca personal. Piensa en persona emprendedoras de relevancia. Steve Jobs, Bill Gates, Richard Branson… Todos ellos se han apoyado en un relato inspirador muy medido y a veces un tanto manipulado para impactar. No basta con trabajar mucho y bien, sino que debe saberse. Si tu historia aburre, nadie querrá escucharla. Elige tu narrativa y hazla divertida. Y por supuesto: cuéntala.
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Busca apoyos
El mundo está cada vez más conectado. Tu marca personal se relaciona con otras marcas y puedes apoyarte en ellas. Piensa, por ejemplo, en los centros educativos en los que has estudiado o las empresas en las que has trabajado o colaborado. Piensa, también, en la Universidad a la que fuiste. Destácala en tus perfiles digitales. Haz networking con tus antiguos compañeros y compañeras, y tampoco te olvides del profesorado. Tal vez surjan oportunidades de colaboración, como escribir una entrada en sus blogs, participar en talleres, dar una charla…
Como ves, tienes una tarea compleja por delante, en la que te juegas buena parte de tu reputación. Ponle atención y ganas. Y, como siempre, si tienes dudas o quieres que te echemos una mano, entra en la web de Gaztenpresa y échale un vistazo a lo que podemos hacer por ti.