Puede ser informal, clásico, vintage, moderno, funcional e incluso alternativo. Pero, en todos los casos, tu espacio de trabajo debe estar “ordenado”, cuidado, limpio y, sobre todo, ser práctico y saludable.
Da igual que trabajes en una oscura oficina interior o que hayas habilitado un rincón de tu casa para desarrollar tu actividad como autónomo: es fundamental que el lugar en el que buscas tu inspiración te aporte la atmósfera más apropiada para trabajar. ¿Podrías rendir de manera adecuada sentado ante una mesa destartalada y sobre una silla coja, de cara a una pared marrón y sin una triste planta cerca? ¿Te lo imaginas?
Pero si esta pregunta te ha hecho pensar, igual ya es hora de que reacondiciones tu espacio de trabajo y lo adaptes a tus necesidades. Antes de meterte en gastos, piensa en lo que necesitas, hazte una idea del resultado final y ten en cuenta algunos de estos consejos porque te serán muy útiles.
- Utiliza un mobiliario adecuado. Las sillas y mesas de escritorio se llaman así por algo, ¿no crees? Recuerda que vas a pasar varias horas al día sentada frente a tu ordenador y que debes mantener una postura saludable durante ese tiempo. Por eso debes elegir un mobiliario que te resulte cómodo, que no te provoque lesiones cervicales ni lumbares, y que te ayude a combatir el estrés, no a creártelo.
- Dale luz a tu trabajo. Si estás en disposición de trabajar en un espacio que recibe luz externa, perfecto: dicen los expertos que la luz natural ayuda a mantenerte despierta y concentrada. Si el alquiler no te llega para tanto, deberás ser tú misma quien aporte la iluminación. Y tiene que ser abundante, blanca y brillante, y a ser posible LED, para que gastes lo menos posible. No olvides que los espacios con poca luz para trabajar provocan jaquecas y cansancio.
- El color es vida. ¿Sabías que los expertos dicen que los colores cálidos como el rojo, aunque dan mucha fuerza, causan estrés? ¿Que el amarillo provoca excitación y el naranja genera desconfianza? Son muchos los estudios que asocian sensaciones a los colores, y la mayoría de ellos coincide en destacar que el verde y el azul transmiten tranquilidad y son sinónimos de dinamismo, armonía y estabilidad. ¿Has elegido ya el tuyo?
- Introduce vegetación. Quizás seas de esas personas a las que no les gusta cuidar de las plantas: en ese caso te convendría saber que las de interior, colocadas estratégicamente en el interior de una habitación, proporcionan una mejor calidad del aire y ayudan a reducir el estrés y a aumentar la concentración. Además, las plantas contribuirán a causar una buena imagen entre tus clientes cuando vayan a visitarte.
- Si hay caos, que al menos esté ordenado. Cada persona es un mundo y lo que para una constituye un desorden insoportable, para otra supone tener todas las cosas a mano. Sin embargo, hay reglas básicas que son comunes para todos y que se pueden resumir en tres: elimina las cosas innecesarias, mantén siempre la limpieza y procura no recargar las paredes. Y cuando llegues cada mañana a tu lugar de trabajo, te prometemos que no sentirás un rechazo visual.
- Personaliza tu espacio. Esto no significa que tengas que poner una foto de cada uno de los miembros de tu familia sobre tu mesa. Nos referimos a que puedes colgar algún cuadro o cartel que te espolee, te relaje o te haga sentirte positiva. E impregnar el ambiente con aromas que te estimulen para que te sientas mejor. Por ejemplo, el sándalo aumenta la concentración, el limón combate la ansiedad, y dicen que el olor a manzana verde es ideal para los lunes y que la canela ayuda a concentrarte…
- Descansa fuera de tu espacio de trabajo. Si quieres descansar un rato, que no se te ocurra hacerlo frente al ordenador, sentada en tu silla: en un minuto te verás trabajando otra vez. Sal de allí, date un paseíto, charla con alguna compañera o haz algunas de las cosas que no puedes hacer mientras trabajas.
Todos estos consejos te ayudarán a incrementar la concentración mientras trabajas. Pero no queremos cerrar este post sin aludir al Feng Shui, una técnica taoísta que, según dicen, indica cómo distribuir el espacio de manera armónica para ejercer una influencia positiva en las personas que lo ocupan. Literalmente significa Viento y agua, y se basa en la creencia de que existe un aliento vital o Chi, cuyo flujo se altera por la forma y disposición del espacio, la orientación, los puntos cardinales y los cambios temporales. Estos tips te ayudarán a hacer de tu oficina un espacio Feng Shui.
- Es fundamental que mantengas la limpieza y el orden, y que te deshagas de los residuos regularmente.
- No coloques el escritorio frente a la puerta de entrada ni a tu espalda: puede convertirse en un mal conductor de la energía.
- Procura no trabajar frente a otra persona. Si es inevitable, coloca un adorno o un panel para encontrar algo de intimidad.
- Pon el teléfono y los elementos de trabajo a la derecha del escritorio, y deja la iluminación a la izquierda: aumentará tu creatividad.
- Sitúa las plantas naturales en el sudeste de la estancia: así atraerás la prosperidad y mantendrás una buena relación con tus compañeros. Por cierto, dicen que los cactus atraen los elementos espinosos del ambiente.
- Mantén armarios, cajones y archivadores en orden, y evita un ambiente recargado: interrumpen el flujo de energía.
- Haz tus descansos en lugares abiertos y evita los pasillos: son lugares donde se estancan las malas vibraciones.
¿Has tomado nota? Confiamos en que estos consejos te ayuden a desarrollar tu trabajo de manera más productiva y saludable. Y recuerda que en Gaztenpresa te ayudamos con todo lo demás: desde la puesta en marcha de tu negocio, incluso con programas de mentoring, hasta su consolidación. Ya hemos prestado apoyo a más de 4.000 emprendedores, así que si quieres ser la siguiente, cuéntanos tu idea. Te esperamos.