Tu negocio está a punto. La idea está madura, has hecho un primer test de mercado y has sondeado a tus clientes potenciales. Y por el momento todo va bien:
- Se están cumpliendo las expectativas
- Tu idea de negocio parece, además de buena, rentable.
Pero no te confíes: has invertido mucho y es hora de comprobar una vez más si merece la pena seguir hipotecando tu tiempo, tu esfuerzo, tu dedicación y tu dinero a tu nueva empresa. Por eso debes saber en qué escenario te encuentras y de conocer exactamente cuál es la situación de tu idea antes de seguir adelante:
Hay incógnitas abiertas
Antes de seguir, comprueba que has resuelto todas las variables que afectarán a tu negocio, que no quedan cabos sueltos ni incógnitas abiertas. Pero si se te están acabando las ideas y lo único que esperas es un golpe de suerte debes parar, ser humilde y asumir la realidad:
- La suerte nunca suele aparecer en estas situaciones y lo peor que puedes hacer es continuar con un producto del que no estás convencida al 100%.
Tu idea de negocio tiene mimbres para triunfar pero es posible que todavía no haya llegado su momento o que necesitas una aportación brillante para sacarlo del bache en el que se encuentra.
- Lo que está claro es que no debes perseverar en los errores; ha llegado la hora de parar el proyecto, buscar ayuda externa y darle una buena pensada antes de seguir adelante.
El proyecto avanza y cumple con las expectativas
Este es el escenario ideal, para el que llevas tanto tiempo trabajando. Pero no está todo hecho: antes de lanzarte a la arena del mercado conviene que hagas las penúltimas comprobaciones y te asegures de que vas por el buen camino:
- Haz una prueba de venta simulada. Intenta averiguar si tu producto tiene salida en el mercado, e intenta venderlo de forma virtual, incluso antes de haberlo producido físicamente. Si la gente está dispuesta a pagar por él, no lo dudes.
- Lanza tu producto en un entorno controlado. Dirígete a un pequeño grupo de comercios y proponles participar en una prueba de venta a cambio de algunas ventajas. Así podrás conocer el potencial de tu producto.
- Comprueba que se ven las mejoras. Dirígete a tu público potencial para preguntarle si aprecia las mejoras que has introducido en tu producto o servicio con respecto al de la competencia. Y en caso de que la respuesta sea tibia, pregúntale qué hace falta para que lo compre.
- Involucra a tus clientes en el diseño final. Si ya tienes un Producto Viable Mínimo, somételo a test de clientes para mejorarlo y dar con el resultado final. Una de las cosas que más aprecian los usuarios es participar en el diseño de un producto.
- Somételo a innovación Aunque tengas ya el diseño definitivo de tu producto tu trabajo no ha terminado: hoy en día, con un mercado globalizado y una competencia feroz, es conveniente que lo sometas a test A/B sistemáticamente para evitar que quede desfasado o superado por la competencia en poco tiempo. La innovación es un elemento empresarial básico que nunca debes descuidar.
Si llegados a este punto necesitas ayuda para despejar cualquier duda sobre el comportamiento de tu negocio, no dudes en recurrir a Gaztenpresa. Tan solo durante el año pasado participamos en la creación de 415 nuevas empresas, y contribuimos a la consolidación de decenas de negocios a través de nuestros cursos y seminarios, y de nuestros programas de Mentoring. Te esperamos.