Antes de lanzarse a la piscina del emprendimiento, hay que comprobar que tiene agua, lo que en este caso equivale a llevar a cabo un análisis de riesgos y a elaborar un plan de negocio.
Recuerda que el plan de negocio o plan de empresa, es un documento muy útil que debe resumir el carácter del nuevo proyecto empresarial y recoger los objetivos, la identidad y el funcionamiento que lo convertirán en un negocio de éxito. Además, debe ser el mapa que te guíe y oriente en todo momento.
Aunque todos los planes de negocio se componen más o menos de las mismas características y apartados, es importante tener en cuenta que todas las empresas son distintas, pese a que en algún momento puedan tener cierta similitud. Por ello, es necesario tener en cuenta que un nuevo proyecto implica asumir una serie de riesgos y, por tanto, debemos analizarlos previamente para evitar sustos y problemas.
¿Qué factores de riesgo te puedes encontrar?
Durante el análisis de riesgos hay varios factores importantes a tener en cuenta para evitar problemas en el futuro.
- Momento de la economía: Los vaivenes económicos y políticos sucedidos por causas ajenas, como la pandemia o la guerra, afectan a todo el mundo y a cualquier sector. Hay que considerar estos hechos en el análisis de riesgos y valorar cómo pueden influir en tu negocio.
- Estacionalidad: En ciertas épocas del año suele disminuir la demanda de algunos bienes y servicios. Debes analizar y prevenir cuándo sucede, para valorar su impacto.
- Sectores de tu negocio: La recesión económica puede afectar sólo a ciertos sectores. De igual forma, un área en crecimiento puede aumentar tus ventas, pero en el futuro puede convertirse en una burbuja.
¿Cómo te puede afectar a tu negocio?
A la hora de elaborar nuestro análisis de riesgos, deberemos tener en cuenta que existen 2 tipos principales de riesgos: internos y externos. aquellos que están bajo nuestro control y aquellos que no.
Los riesgos internos, son aquellos que están bajo nuestro control, entre los que se encuentran los organizativos relacionados con la organización de nuestro propio negocio. Ésta es muy importante a la hora de que la empresa vaya viento en popa, por lo que debemos ser capaces de definir correctamente las tareas y asignárselas a la persona adecuada, especialmente si hay un equipo detrás nuestro.
Sin embargo, también existen una serie de riesgos externos que son ajenos a nuestro proceso de emprendimiento y a la creación de nuestra empresa. Estos pueden ser legislativos, así como relacionados con el propio mercado. Estos podrían ser la tasa de inflación de precios, los márgenes por producto o la reducción/incremento del volumen de consumo.
Herramientas para simplificar un proceso de evaluación de riesgos
Es imprescindible evaluar los riesgos de tu negocio, identificar las amenazas del mercado, y plantear las actuaciones concretas para responder a situaciones comprometidas. ¿Qué harías si las cosas no van como te imaginabas? Necesitarás un plan B para resolver los problemas con los que no contabas. Contar con ciertas herramientas pueden ayudarte a simplificar el proceso de evaluación de riesgos ya que te permiten analizarlos y priorizarlos según su importancia, especialmente los que nos son ajenos.
- Anticipación. Es posiblemente la herramienta más importante. Aunque, como bien hemos mencionado antes, resulta complicado preveer ciertos riesgos, es importante tener una preparación y saber anticiparse siempre que sea posible.
- Análisis DAFO: El más clásico y habitual, acrónimo de Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades. No se trata simplemente de identificar los riesgos de un proyecto, ya que también permite reconocer los puntos fuertes.
- Debilidad: Aspectos internos en los que debemos mejorar.
- Amenaza: Áreas en las que nos supera la competencia.
- Fortaleza: Virtudes internas.
- Oportunidad: Objetivos puntuales a corto plazo.
- Matriz de riesgo: Sirve para la evaluación del riesgo, la probabilidad y la gravedad durante la planificación del proyecto. Deberás identificar la probabilidad y gravedad de cada riesgo para incorporarlos a tu matriz de riesgos y poder calcular así la calificación del impacto de cada uno de ellos. Esto te ayudará a determinar las prioridades que hay que darle a cada riesgo o problema que surja para así gestionarlos de una manera efectiva.
Crear un nuevo negocio desde cero es una aventura ilusionante, pero conlleva ciertos riesgos que debes analizar y prevenir para allanar un poco el camino. Elaborar un plan de negocio debe ser tu primer paso y ahí debes centrarte en los posibles riesgos que puedan surgir en el sector al que te vas a dedicar. El dinero ayuda, pero no lo es todo ni soluciona todos los problemas. Que una nueva empresa funcione no depende sólo de factores económicos, así que debes tener en cuenta muchos otros factores.