El emprendimiento es una aventura tan apasionante como cargada de retos. A la hora de poner en marcha tu nuevo negocio te enfrentarás a multitud de incógnitas a las que tienes que dar respuesta con la mayor seguridad posible para asegurar su éxito. Por eso debes ser una persona concienzuda, perfilar todos los detalles de tu nuevo negocio y ser consciente de los retos a los que se enfrentará. Uno de ellos, quizá uno de los más importantes, es el mercado en el que te vas a desenvolver: ¿Qué competidores encontrarás? ¿Qué especificidades tiene? ¿Encajará en él tu producto o servicio?
La respuesta a éstas y a otras muchas preguntas se encuentran en el estudio de mercado. Como su nombre indica, se trata de una herramienta muy práctica y funcional que te ayudará a obtener una idea muy aproximada del tipo de oferta y demanda que existe en torno a tu actividad. Con él podrás minimizar riesgos, tomar decisiones basadas en datos y hacer una proyección aproximada sobre el éxito de tu negocio. Es muy importante que realices este estudio antes de poner en marcha tu empresa, pero también conviene que lo repitas con cierta periodicidad cuando esté ya en marcha para saber si necesitas realizar cambios.
Objetivos
Una investigación de mercado persigue varios objetivos concretos:
- Conocer en profundidad las empresas que forman parte de tu competencia natural. A través de este estudio sabrás qué negocios compiten con el tuyo en tu mismo espacio y su forma de trabajar. Conocer a tu competencia te ayudará a definir tu posición en el mercado.
- Identificar a tu público objetivo y sus necesidades. Aunque partas de una idea muy aproximada sobre cuál será tu target, debes afinar a la hora de identificar a tu clientela habitual, conocer sus necesidades y saber qué propuesta de valor diferencial puedes ofrecerle.
- Descubrir posibles nichos de mercado. Es muy importante que consigas identificar los déficits de servicio de tu competencia para que puedas cubrirlos y acceder así a un nuevo nicho de mercado.
- Mejorar tu idea inicial. Por geniales que sean, casi todas las ideas se pueden mejorar. Y para encontrar ese margen de mejora debes mirarte en el espejo de tu competencia. A través de un estudio de mercado obtendrás información que te ayudará a mejorar su producto o servicio y así añadirle valor.
- Calibrar los riesgos. Cuando realizas un estudio de mercado estás llevando a cabo una investigación basada en datos objetivos que te servirán para calibrar riesgos y para hacerte una idea más aproximada de las posibilidades de éxito de tu negocio. Un estudio de mercado no solo te aportará seguridad a la hora de poner en marcha tu nueva empresa sino que también te puede resultar muy práctica a la hora de buscar financiación o inversores.
- Determinar la política de precios. Los precios son uno de los principales condicionantes de una compra: es lo primero en lo que nos fijamos después del producto en sí. Por eso debes analizar con detalle los precios de tu competencia, conocer las necesidades de tu público objetivo y saber lo que estaría dispuesto a pagar por tu producto o servicio. Para ello tendrás que tener en cuenta la segmentación de tu mercado por edades, nivel cultural y socieconómico, hábitos de consumo, etc.
Etapas de un estudio de mercado
Una investigación de mercado requiere tiempo, dedicación y capacidad de análisis, y se puede dividir en varias fases:
- Parámetros del estudio. Antes de empezar con la investigación debes delimitar lo que necesitas saber para centrar el resto del trabajo. Lo más importante es que busques información sobre:
- Quién es tu público objetivo.
- Qué necesidades tiene y si tu producto o servicio podrán satisfacerlas.
- Cómo trabajan tus competidores, qué precios tienen sus productos, sus campañas de fidelización, promociones, etc.
- Grupo de estudio. Para llevar a cabo un estudio de campo debes elegir un grupo de personas que sea representativo para tu negocio y analizar su edad, género, hábitos de vida, nivel económico, etc., es decir, todo lo que te ayude a determinar a qué sector de la población puedes dirigirte para que la empresa funcione.
- Obtención de la información. Es una de las fases a la que más tiempo tendrás que dedicar, y también una de las más delicadas. Para conocer todo lo que te has propuesto debes salir a la calle y preguntar al público. ¿Cómo? A través de encuestas a clientes potenciales; mediante la observación directa de los negocios de tu competencia; a través de campañas de experimentación con un grupo pequeño de personas y, cómo no, a través de internet y las redes sociales.
- Análisis y conclusiones. Con todos los resultados sobre la mesa, es el momento de ordenar el trabajo, analizar la información y, sobre todo, sacar conclusiones. En esta etapa podrás obtener las respuestas que estabas buscando, en especial: ¿Crees que tu negocio es viable? ¿A qué segmento de población debes dirigirte de forma prioritaria? ¿Cómo puedes mejorar la propuesta de valor de tu producto o servicio frente a tus competidores?
Como puedes ver, un estudio de mercado es una herramienta muy útil que puede ayudarte a mejorar las posibilidades de éxito de tu nuevo negocio. Además, recuerda que en Gaztenpresa estamos encantados de acompañarte tanto a la hora de ponerlo en marcha como de ofrecerte la ayuda que necesites para consolidarlo.