Aunque muchas veces pueda resultar una amenaza para nuestro negocio, la competencia es un elemento fundamental para que el mercado y los sectores productivos gocen de buena salud. Una competencia sana:
- Favorece la innovación y la creatividad
- Incrementa la oferta y la competitividad
- Contribuye a mejorar la relación con los clientes
- Promueve las sinergias y la mejora continua
Tal y como dijo el diseñador italiano Gianni Versace, “tener competidores válidos te ayuda a hacer mejor tu trabajo”.
Pero para poder aprovechar todas las ventajas a tu competencia antes debes ser capaz de identificarla y conocerla en profundidad. De hecho, el análisis del mercado y la competencia son dos de los elementos clave de cualquier plan de negocio. Para poder analizar tu competencia debes:
Identificar a tus competidores
Puede parecer una perogrullada pero es importante que tengas muy claro con quién vas a compartir el mercado porque tus competidores:
- Se dirigen al mismo tipo de cliente.
- Ofrecen el mismo producto o servicio.
- Intentan resolver los mismos problemas que tú.
Analizar su producto o servicio
Observa sus costes de fabricación, su diseño, funcionalidad… en general, todo lo que te ayude a mejorar tu propio producto.
Estudiar su volumen de ventas, estructura y fortaleza financiera
Te conviene conocer cuál es la estructura operativa de tus competidores, saber qué recursos necesitan para mantener su negocio, conocer el volumen de ventas y sus beneficios… todo lo que te permita saber en qué terreno de juego aspiras a jugar.
Establecer una propuesta de valor diferencial
Estos y otros elementos te ayudarán a crear una propuesta de valor específica para tu producto o servicio que te permitirá hacerte un hueco en el mercado.
En este proceso de análisis de la competencia para determinar una propuesta de valor, el Benchmarking juega un papel fundamental. Se trata de una herramienta de gestión que consiste en comparar los productos, servicios y procesos de otras empresas con los nuestros propios para incorporarlos a nuestro negocio y poder ofrecer al mercado una propuesta diferencial.
Los procesos del benchmarking
- Elegir las variables que se van a someter al estudio, por ejemplo, el diseño de un producto o el servicio de atención al cliente.
- Seleccionar las empresas que queremos tener como modelo, es decir, que sean referentes en los aspectos que quereos mejorar.
- Definir qué datos necesitamos de las variables elegidas, como el tiempo de respuesta al cliente.
- Recopilar la información, por ejemplo, a través de entrevistas a clientes o proveedores.
- Adaptar la información a nuestra empresa para mejorar todo lo que sea posible.
Recuerda que si necesitas ayuda adicional para poner en marcha o dar un empujón a tu negocio, en Gaztenpresa nos ponemos a tu disposición para acompañarte en todas las etapas de tu aventura emprendedora.