Cada vez son más las gestiones administrativas que nos exigen disponer de una firma digital, tanto si somos ciudadanas/os particulares como si se trata de autónomos, micropymes y pymes. Pero, ¿qué es la firma digital? ¿Cómo podemos obtenerla?
Empecemos por el principio. Aunque pueda parecer una obviedad, conviene aclarar que la firma digital no consiste, en absoluto, en escanear nuestra firma manuscrita y colocarla en un documento. Según la definición que encontramos en el Portal de Administración Electrónica, “la firma digital es un conjunto de datos electrónicos que acompañan o que están asociados a un documento electrónico”, y cuyo objetivo es:
- Asegurar la identidad de las personas firmantes.
- Garantizar la integridad y seguridad del documento firmado, asegurando que dicho documento no se ha visto alterado durante su transmisión, y que ningún tercero ha tenido acceso a su contenido.
- Constatar o “dar fe” de que tanto el envío como la recepción del documento se han producido. De esta forma, ni la persona que envía el documento electrónicamente ni la que lo recibe pueden negar haberlo enviado o recibido, respectivamente.
Y, ¿qué se necesita para firmar electrónicamente un documento?
Necesitamos un DNI electrónico o un certificado electrónico emitido por una de las denominadas Autoridades de Certificación: la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, Camerfirma, Izenpe, etc. Estos elementos, DNI electrónico y certificados electrónicos, contienen unas claves criptográficas que permiten identificar inequívocamente a la persona firmante, sea física o jurídica, otorgando de este modo al documento una validez jurídica equivalente a la de la firma manuscrita.
Cómo utilizar el DNI para la firma digital
Por tanto, una de las opciones para la firma digital es un elemento que prácticamente todas las personas tenemos al alcance de nuestra mano: el DNI. Si nuestro documento de identidad tiene un chip (elemento dorado) similar al que encontramos en las tarjetas de débito o crédito, entonces estamos en posesión de un DNI electrónico. Pero esto no basta; necesitamos activarlo para poder utilizarlo en la firma electrónica de cualquier documento.
Para ello, tenemos que acudir en persona, sin necesidad de cita previa, a una comisaría de policía donde expidan el DNI, y utilizar una de las máquinas dispuestas allí para este fin. Una vez activado, ya podremos usar nuestro DNI para realizar múltiples gestiones on-line de forma segura con las Administraciones Públicas, así como con empresas públicas y privadas.
Pero hay una pequeña pega, especialmente si nuestro DNI fue expedido antes de 2015, y es que necesitaremos un lector de tarjetas para poder firmar electrónicamente cualquier documento. En el caso de que hayamos sacado o renovado el DNI a partir de 2015, y contemos con un smartphone o tablet equipado con tecnología inalámbrica NFC, podremos prescindir del lector de tarjetas en nuestras gestiones on-line.
Alternativa al DNI electrónico: los certificados digitales
Como ya hemos indicado, la otra opción para firmar electrónicamente un documento es ser poseedor de un certificado electrónico, que es un documento electrónico expedido por una Autoridad de Certificación que identifica a una persona con un par de claves.
Una de esas Autoridades de Certificación, también llamadas Prestadores de Servicios Electrónicos de Confianza, es Izenpe, una organización impulsada por el Gobierno Vasco y las Diputaciones Forales para proveer de soluciones de firma electrónica a la ciudadanía y las personas autónomas como, por ejemplo, la BakQ.
La BakQ es un medio de firma electrónica que se compone de un identificador (DNI/NIE de la persona) y dos factores de autenticación: una contraseña de 8 caracteres y un juego de coordenadas o un código SMS. Con ella, podemos realizar consultas y trámites on-line en los distintos servicios de las administraciones públicas vascas, desde cualquier ordenador, móvil o tableta, y sin necesidad de instalar nada en estos dispositivos.
¿Cómo se consigue la BakQ? Al tratarse de un certificado cualificado (la entidad que lo emite da fe de que la persona firmante es quien dice ser), necesitaremos acudir presencialmente a uno de los más de 500 puntos de solicitud repartidos por la geografía vasca. Tras completar la solicitud en un punto de atención, nos enviarán un correo electrónico para que terminemos el proceso de emisión y activación y, en sólo unos minutos, nuestra BakQ ya estará lista para su uso.
Webinar “Firma electrónica”
Pero la BakQ no es el único certificado electrónico que el Izenpe pone a disposición de la ciudadanía, las personas emprendedoras y las empresas. Para ver el resto de las opciones con las que podemos firmar electrónicamente en Euskadi y Navarra, vamos a impartir un webinar sobre “Firma electrónica”. Este taller, se enmarca dentro del ciclo “Los Lunes Digitales de Gaztenpresa”.