GAZTENPRESA: Hoy arrancamos con Nerea Foronda, una trotamundos que ha decidido echar las raíces de su emprendimiento en Bilbao. Nerea, estudiaste ingeniería, pero ahora te dedicas al branding, ¿verdad?
NEREA FORONDA: Eso es. Vamos, esto para un ingeniero es magia, ¿no?
Empecé a entender más el propósito de una organización, las personas por qué consumen lo que consumen, qué necesitan, el producto cómo solventa cosas.
Y acercándome más a lo emocional, porque, jolín, yo creo que lo profesional también tiene que corresponder a cómo eres personalmente. Y yo soy algo emocional. Lo técnico te da buenos argumentos, pero lo que conecta está ahí fuera.
Y el branding fue muy curioso. Y para hacerlo muy breve y entender un poquito el salto, al trabajar con dos marcas finales a nivel ingeniería, lo que era Volkswagen y Audi, yo me daba cuenta de que a nivel técnico un producto cumplía tolerancias y estaba perfecto. Pero Audi daba un pasito más allá.
Eso en realidad era un componente humano. Componente humano, expectativas.
Te decían, le gusta que esto esté de esta forma, no es el coche va a funcionar mejor o peor porque esto esté aquí. Es simplemente el conocimiento de saber lo que quiere tu cliente final. Y empecé a autoinformarme un poquito alrededor de cultura corporativa, consumidor, pues bueno, todas estas cositas que podemos llamar intangibles, que son luego muy tangibles porque todo afecta. Y decidí hacer el máster en esto concreto, en branding.
G.: Pasan unos años y de repente decides venirte a Bilbao. Y no solamente venirte a Bilbao, sino que te pones por tu cuenta. ¿Cómo es ese salto?
N.: Ese salto es el más brutal. De todo lo que hemos podido vivir. Pero el más bonito. Yo creo que los que emprendemos no es que se nos ha cruzado el cable para nada, ni que ha pasado un momento en nuestra vida de iluminación. Yo creo que lo tenemos siempre dentro.
De alguna manera siempre digo que emprender es estar algo fuera del sistema, pero aportando y sumando al sistema. No dejes de estar. Pero además para montarte tu propia estructura tienes que haber formado parte de la estructura, ¿no? Exacto. Para entenderlo, para saber cómo funciona ese engranaje.
G.: En varias charlas que he tenido con Inma, con la directora de Gaztenpresa, ella siempre dice que emprender es un proceso y que no podemos querer tener todas las respuestas cuando empezamos a andar. Y ahora lo veo muy claro. Yo cuando empecé a emprender iba poquito a poco, ¿no? Y no entendía cómo hacer. Y no tenía la seguridad para hacer muchos planteamientos que ahora casi casi son automatismos porque había que andar ese camino. Y no puedes pretender hacerlo.
Pero bueno, siempre venimos de ese piloto automático de haber trabajado por cuenta ajena y haber sido muy válidas y muy resolutivas. Y es un poquito frustrante eso de cuando te pones por tu cuenta. Tener esa paciencia.
N.: Sí, esa paciencia es verdad. Pero tenemos herramientas. Como siempre, o cuando nosotras trabajamos con personas, clientes o marcas, hay que ambicionar mucho la vista a largo y luego ya se van trazando trayectorias pequeñitas, ¿no?
Entonces, si no tienes esa visión a largo, que nosotras la tenemos porque hemos estado en estructuras grandes, difícilmente vamos a hacer pasos pequeños.
Entonces, bueno, yo lo tenía ahí dentro, ya porque de hecho el nombre de la empresa que es Quarkart lo tenía registrado hace siete años. Lo registré en una nevada de Alemania en casa. Me encantó ese nombre. Quark es un tipo de queso alemán que se utiliza en muchas recetas, además.
Y lo registré así sin más. Era un precio módico, además. Y dije, me lo quedo. Y ya cuando volví, vine además con el objetivo de quedarme y establecerme de nuevo en Bilbao.
Estamos colaborando ya con empresas del País Vasco. Es un proceso superbonito con el cliente. No somos unos consultores, quizás que te vienen con un informe, ¿no? Es algo como mucho más orgánico. Es un proceso que la idea es que ellos también disfruten y aprendan.
G.: Y estás metiéndote, como bien has dicho, en el mercado local aquí en Bilbao. Un mercado en el que hay mucha industria. Esta doble vertiente tuya de ser especialista en branding y a la vez ingeniera te ayudará mucho a entender cómo funcionan esas mentes industriales, ¿no?
N.: Sí, sí, me encantan. Ayer estuve con una industrial de aquí, en una empresa familiar, e incorporamos a la reunión a un ingeniero. Y no sabes la ilusión que me hizo. Como que te pones dos txapelas diferentes. Y es muy bueno porque también haces de facilitadora entre esa parte más técnica y la parte más de management.
G.: ¿Cómo te ves de aquí a unos años? ¿Qué retos tenéis?
N.: Pues lógicamente yo creo que todos los que estamos apostando, como digo yo, solitos, pero bueno, acompañados porque nos encontramos unos a otros, nos estamos visualizando donde queremos, si no seríamos tontos. ¿Dónde es donde yo quiero? Realmente tener un muy buen equipo de colaboradores. Yo creo que ahora a corto o medio plazo lo que tiene sentido para nosotros es ser flexibles en las soluciones. Es decir, si necesita el cliente algo muy específico, tengo una red de colaboradores fiables al que podemos incorporar en el proyecto.
Y sobre todo, estar muy al día de lo que está ocurriendo aquí a nivel local, nacional, y luego ya, pues, subiremos internacional, ¿no? Si hay un evento importante, una semana decisiva en lo que puede ser mundo empresarial, mundo sostenibilidad, mundo X, estar presentes y tomar acción. Sé que no podemos duplicarnos, priorizaremos, pero creo que es importante, no solo la presencia, sino accionar en cada grupo. Entonces, en unos años, yo quiero, bueno, colaborar en el ámbito creativo, de diseño y estratégico de aquí del País Vasco.
G.: Pues nada, Nerea, a mí me gustaría cerrar con una pregunta. ¿Qué consejo le darías a esa Nerea, a ti misma, si pudieras volver atrás ahora, sabiendo lo que sabes?
N.: Muy buena pregunta. Pues yo me aconsejaría… Es difícil, porque te iba a decir, no haber acelerado tanto, pero no creo que haya acelerado. Es mi impulso, es el natural. Y he activado cosas siendo así. Quizás hubiera sido no aislarme tanto al principio, fíjate. Que creo que lo hacemos todos mucho.
Cuando estamos ya activando el modelo de negocio nuestro, estamos entendiendo cuál es el ecosistema de emprendimiento aquí, cuáles son las variables, cuáles son los escenarios… Ese momento tan de introspección, un poco, podríamos haberlo compartido más. ¿Por qué? Porque acelera un poquito. Son pasos naturales, pero es un momento de incertidumbre. Un momento de estudio, un momento de considerar muchas variables. Y no voy a mentir, algo de ansiedad hay. Claro. Porque es el momento de saltar. Y yo creo que ese momento de aislamiento se podría haber reducido, pudiéndome haber abierto un poquito más o haber compartido.