¿Estás a punto de crear tu empresa y necesitas algunas pautas para gestionar bien tu negocio desde el principio? ¿Sabes cómo vas a darte a conocer a los clientes? ¿Vas a tener un espacio de contacto con tus clientes y necesitas planificar el diseño del local? En los talleres de Gaztenpresa vamos a tratar estos temas de forma práctica, para que tu proyecto tenga todos los ingredientes para empezar con buen pie.
Por eso, antes de nada, te invitamos a que consultes todos los detalles sobre la formación que impartiremos en los próximos meses en las distintas capitales de Euskadi y en Iruña. Y si no tienes tiempo para venir a disfrutar de las charlas en directo, no dejes de leer. Comenzamos hoy una serie de entradas en los que tenemos una autora invitada de lujo: Igone Castillo, responsable de Doctora Retail.
Emprender es relativamente fácil, pero mantener tu empresa en el mercado conlleva mucho trabajo y planificación. Los primeros pasos son importantes para el futuro: queremos que empieces bien.
Uno de los asuntos más relevantes a la hora de poner en marcha tu proyecto empresarial es la creación de tu Marca
¿Necesita una marca mi nueva empresa?
Es posible que ya tengas un nombre para tu negocio, pero, ¿significa eso que tienes una marca? Una marca es mucho más que el nombre o el logo de tu empresa. Tu marca es eso que recordarán las personas con las hables de tu proyecto en un entrevista, a las que dejes un folleto o una tarjeta, o las que visiten tu punto de venta u oficina. En fin, aunque no hayas pensado en tu marca, algo recordarán esas personas sobre tu empresa, así que es hora de tomar el control.
El posicionamiento de tu marca
Antes de pensar en el diseño, piensa en lo que quieres transmitir, en la huella que quieres dejar en tus clientes potenciales. Tu negocio ofrece soluciones a las necesidades de ciertos clientes y además lo hace de una forma determinada, diferente a tus competidores: ¿quiénes son esos clientes? ¿cuál es tu forma particular de resolver sus problemas? ¿cómo lo hacen tus competidores? Es ahora cuando tienes que repasar tu plan de negocio: confirma que lo que vas a hacer es coherente con lo que quieres transmitir. Tu marca debe ser creíble y generar confianza: a los clientes, a tu equipo, a los inversores, a la comunidad que te rodea.
La personalidad de tu marca
¿Cómo quieres que sea tu marca? Para definir la personalidad de la marca de tu negocio no solo tienes que pensar en lo que dices, sino también en cómo lo dices. Para plantear una estrategia de comunicación, piensa primero en los contenidos: ¿qué beneficios ofreces a los consumidores o usuarios de tus productos y servicios? ¿Con qué valores y compromisos trabaja tu empresa? ¿Cómo son las relaciones con las personas que forman tu equipo? ¿Y con tus proveedores?
Ahora que has definido bien lo que es tu empresa y cómo trabaja, empieza a hacer visible tu marca. Pero recuerda, debes usar la comunicación para emocionar: es más fácil que te recuerden si llegas al corazón de tus clientes.
Arquitectura de marca
Es posible que en tu empresa vayan a convivir Marcas “diferentes”, formando una jerarquía que debe estar bien organizada para ser comprensible. Por ejemplo, si tu empresa forma parte de una asociación, zonal o gremial, la marca de ésta actuará de paraguas, definiendo ciertos atributos comunes de todos los asociados. También puede ser que necesites crear marcas para los diferentes productos y servicios que ofreces, ya sea para diferenciar sus características o para definir a qué grupo de clientes se dirige cada uno de ellos. Además, cada persona que forma parte del negocio tiene su marca personal. Mediante la “arquitectura” crearemos una jerarquía que haga coherente el conjunto de marcas que conviven juntas y se relacionan entre sí.
La parte más tangible de tu marca
Una vez que tenemos claros los puntos anteriores, llega el momento de poner nuestra marca en el papel, en una tarjeta de visita, en un tríptico, en un uniforme o en un sitio web. Te será muy útil encargar un “manual de identidad corporativa”, que indique cómo debe ser usado tu logotipo en cada lugar.
Es importante conocer las particularidades de cada material o archivo que necesites con tu logo. El/la diseñador/a necesitará generar diferentes archivos en función del destino de cada uno de ellos. Debes familiarizarte con términos como los que designan a cada tipo de color, como hexadecimal para internet o CMYK para imprimir. Además, cada archivo debe estar preparado en el tamaño correcto para que encaje bien en su sitio, ya sea para imprimir o para internet: así como usamos los centímetros o milímetros para tarjetas, folletos o regalos promocionales, usaremos los “píxeles” como medida para los archivos que van en tu web o redes sociales.
También las fotografías son importantes. Aunque tengas la tentación de usar imágenes de un “banco de fotos”, procura usar fotos propias, de forma que transmitas una imagen más honesta y singular.
Registrar mi marca
Cuando tu marca es nueva quizá no te planteas su registro. Una marca sin registrar está totalmente desprotegida, no te pertenece. Si tienes éxito corres el riesgo de que otra persona o empresa pueda usarla sin pedirte permiso y no tendrás opciones para defenderla. No olvides que no es suficiente con que registres el dominio de tu sitio web, debes registrar tu marca y asociarla a tu actividad en la OEPM (Oficina Española de Patentes y Marcas). Puedes hacerlo a través de internet, pero si no tienes tiempo hay empresas que se dedican a este tipo de trámite.
En el próximo taller “El manual de identidad corporativa: ¿cómo y por qué debería hacerlo?” vamos a ayudarte a reflexionar sobre tus objetivos, a definir los atributos, la personalidad y los valores de tu marca, para que puedas transmitirlos de forma clara y eficiente a tus clientes, a inversores o a la comunidad que te rodea. Descubre cómo emocionar a tus clientes: ¡Marca la diferencia!
Autora:
Igone Castillo es graduada en Artes Aplicadas en la especialidad de Decoración y Técnica Superior en Gestión Comercial y Marketing. Después de graduarse trabajó en comercios como dependienta, encargada e interiorista, especialmente en el sector de la decoración, el hogar y las reformas. Este bagaje profesional sentó las bases de Doctora Retail, donde se aúnan consultoría de marketing, diseño e interiorismo y formación…Todo ello pensando siempre en el sector comercio.