¿Estás pensando en emprender y hacerlo con un negocio en régimen de franquicia? ¿Buscas un franquiciador? Si es así, sabemos cómo te sientes. No es nada fácil tomar la decisión. Tampoco elegir bien. Seguro que a estas alturas te harás un montón de preguntas. ¿Qué firma debo elegir? ¿Por qué una sí y otra no? ¿Cómo debe ser el contrato? ¿Qué pasa si rescindo? ¿Cómo elijo el local? ¿Estaré obligado a comprar la materia prima al franquiciador? ¿A qué coste? ¿Qué ayuda recibiré? Son dudas lógicas y habituales. Al final serán los detalles lo que acabarán determinando el éxito o fracaso del negocio. Lo importante es que a la hora de decidir lo hagas preparado. Nosotros queremos ayudarte. Te contamos las claves que debes tener en cuenta antes de decidirte.
Todos los años cientos de personas emprendedoras acuden a nosotros buscando ayuda para montar un negocio. Algunas de ellas quieren abrir un establecimiento perteneciente a una red de franquicias. En Gaztenpresa les asesoramos desde los primeros pasos. Les ayudamos a leer y entender los contratos, a elegir la mejor marca, a estudiar el mercado, a comprender el modelo de negocio del franquiciador…
Empecemos por lo básico. Tienes que saber que a nivel nacional, según datos del sector, hay más de 1.000 redes de franquicia. La franquicia ocupa en todo el Estado, según los últimos datos, a unas 250.000 personas. El crecimiento desde la crisis ha sido constante. Para muchas personas, emprender de la mano de una marca reconocida y con experiencia, allana el camino. El mercado es cada vez más competitivo y por eso es necesario profesionalizar al máximo todos los procesos. El apoyo de una firma consolidada, un modelo de negocio con éxito demostrado y un estándar de calidad elevado puede, en algunas ocasiones, ser una gran apuesta.
De vez en cuando la prensa publica estadísticas que aseguran que quien emprende en régimen de franquicia tiene una mayor tasa de éxito. Pero hay que aplicar el sentido común: toda inversión implica riesgo. Y tienes que saber que muchas personas que han emprendido con una franquicia han acabado cerrando el negocio y endeudados. Hay incluso asociaciones de afectados que denuncian cláusulas abusivas.
Lo que demuestra todo esto es que una mala elección puede tener graves consecuencias que hipotequen tu futuro. No pretendemos asustarte, sino transmitirte la importancia de hacer las cosas bien. Debes asesorarte y estar preparado. No hay que dejar nada al azar. Emprender, sea con un negocio propio o a través de una franquicia, nunca se reducirá a desembolsar dinero. Es mucho más complejo.
1.El contrato
El contrato de franquicia no está regulado por una ley específica. Como puedes leer en este interesante texto del blog de Laboral Kutxa, es en el artículo 62 de la Ley de Comercio Minorista donde se define como aquel acuerdo por el que una empresa, denominada franquiciadora, cede a otra, denominada franquiciada, el derecho a la explotación de un sistema propio de comercialización de productos o servicios. En los mismos términos se expresa el Real Decreto 201/2010 del 26 de febrero, que regula el ejercicio de la actividad comercial en régimen de franquicia.
En el contrato se estipula lo que recibe el franquiciado (que puede ser un producto, un servicio, una fórmula comercial, un know-how -saber hacer-, formación, asistencia….) y lo que recibe el franquiciador (por ejemplo, una contraprestación, un canon de entrada, pagos periódicos, porcentajes de ventas…).
Los contratos de franquicia muchas veces son estándar. Pero no por eso debes dejarte de asesorar antes de firmarlo. Piensa que en él, entre otras cuestiones, se determina cómo se resolverán los conflictos entre ambas partes. Muchas veces se incluyen cláusulas de sumisión jurisdiccional en las que ambas partes determinan en qué tribunales o cámaras arbitrales se dirimirán las disputas -con lo que, por ejemplo, podrías verte perjudicado si se fija un tribunal alejado de tu ciudad-.
Lo mejor es que un asesor experto te ayude a entender el contrato para que sepas el alcance de tus derechos y obligaciones. Con una antelación mínima de 20 días hábiles antes de firmarlo o de entregar cualquier pago, la empresa franquiciadora está obligada a facilitarte por escrito toda la información necesaria, como su identificación, su experiencia, la acreditación de tener concedido el título de propiedad o licencia de uso de la marca y los signos distintivos de la entidad, además de sus características, su estructura, extensión y elementos esenciales del acuerdo.
Es en el contrato donde se establecerá aspectos fundamentales como si disfrutarás o no de la exclusividad para comercializar un producto o servicio en una determinada área, el tiempo de vigencia (por lo que deberás hacer cálculos y estimaciones para comprobar si tendrás tiempo a amortizar la inversión) y las limitaciones al derecho de traspaso. Ten en cuenta que en muchos casos se incluyen cláusulas que impiden que la persona franquiciada ceda o venda a un tercero el negocio que abrió en régimen de franquicia sin el visto bueno de la franquiciadora.
2.El franquiciador
Hazte preguntas. ¿Es la marca reconocible? ¿Tiene costes bajos? ¿Cuenta con un modelo de negocio imbatible y consolidado? ¿O por el contrario acaba de empezar y, por tanto, no ha podido demostrar todavía que su modelo funcione? ¿Es su producto o servicio diferente al resto? ¿Qué te enseñará y qué asistencia te ofrecerá? ¿Qué salud y músculo financiero tiene? ¿Cómo promueve la marca? Todas ellas son preguntas necesarias que debes hacerte antes de elegir. Porque al final, si decides montar un negocio en régimen de franquicia, con el coste que eso supone, es para contar con una ventaja que no tendrías si lo hicieras por tu cuenta. Se trata de realizar un gran estudio de la situación. Tienes que investigar. Hablar y visitar a otras personas franquiciadas es obligatorio. También, si puedes, intenta conocer la central y descubrir de primera mano cómo trabajan.
3.El franquiciado
Seguimos con las preguntas: ¿qué sabes del negocio? ¿Tienes experiencia y formación previa? ¿Quieres abrir un negocio en régimen de franquicia por autoempleo o por inversión? ¿Cuál es tu situación financiera y a qué fuentes de financiación y ayudas puedes acceder? Tan importante como conocer a la empresa franquiciadora es conocerte a ti mismo. Debes tener claro cuánto puedes aportar y si estás preparado. Porque, por mucho apoyo que te dé una marca, al final serás tú quien tendrá que tomar importantes decisiones, como la contratación.
4.El mercado
Y queda un último actor: el público. En este punto es importante que hagas un estudio de mercado y un plan de negocio. Es necesario que investigues y sepas si vas a operar en un sector emergente o no, qué competencia tendrás y si el producto o servicio por el que apuestas es una moda o no (recuerda por ejemplo la cantidad de establecimientos en régimen de franquicia de venta de cigarrillos electrónicos que han cerrado en los últimos meses).
5.El local
La franquiciadora te dará las claves para la elección del local. La ubicación, los metros, las características y estado, la distancia con posibles competidores, la concentración de negocios similares… Que la franquiciadora no te indique nada o no te ayude es una mala señal. Pero, más allá de eso, tú también tienes que investigar, buscar y sondear el mercado inmobiliario. Una vez encontrado, un asesor experto puede ayudarte a leer y negociar el contrato antes de firmar el alquiler o compra del local.
Como ves es mucho lo que está en juego. Si quieres que te ayudemos, ponte en contacto con Gaztenpresa. Te ofrecemos asistencia personalizada y te acompañamos durante todos los pasos desde que abres el negocio hasta que lo consolidas. Ya hemos ayudado a crear más de 4.000 empresas y a generar 8.000 empleos. ¡Te esperamos!