Dos emprendedoras suman fuerzas, se arriesgan y tras mucho trabajo, papeleos y reuniones crean una agencia de diseño web y comunicación online. Esta es la historia de Buzzko, pero sobre todo es la historia de sus dos fundadoras, Irati González (Donostia, 1985) y Maialen Fernández (Donostia, 1985). Estas dos emprendedoras forman un gran tándem que después de cinco años de auténtica dedicación ya pueden presumir de tener un proyecto totalmente consolidado. Hoy nos cuentan cómo lo consiguieron y lo importante que fue Gaztenpresa en su desafío.
BLOG GAZTENPRESA: En 2011, en plena crisis, nació Buzzko. En vuestro blog, relatáis el proceso de creación y los días de papeleo, reuniones, planificación y, sobre todo, esfuerzo. ¿Cuáles fueron los mayores obstáculos a la hora de crear la empresa?
MAIALEN FERNÁNDEZ. Cambiar el chip de trabajador por cuenta ajena a responsable de una empresa. De repente debíamos saber cómo se preparaban presupuestos, reunirnos con clientes, realizar las nóminas y el papeleo, encontrar nuevos clientes… No fue un proceso fácil.
GZT: ¿Y cuánto de riesgo hubo en la decisión de emprender? ¿Qué dejabais atrás?
M.F. Yo dejaba atrás un puesto fijo en una empresa de diseño gráfico y acababa de firmar mi hipoteca hacía dos meses. Una locura, vaya.
IRATI GONZÁLEZ. Yo ya estaba como autónoma trabajando para una empresa de marketing online, así que el cambio no fue tan radical.
GZT: Irati venía del mundo de los medios de comunicación tradicionales y Maialen del mundo del diseño gráfico, web y publicitario. Es decir: una periodista y una diseñadora. Dos perfiles distintos. ¿Por qué decidisteis unir fuerzas? ¿Recomendáis a futuras presonas emprendedoras que se unan y se asocien entre ellas?
I.G. Nos conocemos desde hace años porque coincidimos en el instituto, en unos campos de trabajo, tenemos amigas en común, etc. Al ver que en todo lo relacionado con el marketing online son necesarios conocimientos sobre diseño, desarrollo web, etc. y también un perfil más enfocado a comunicación y marketing creímos que podríamos hacer un buen tándem. Por ejemplo: si una empresa necesita una página web, Maialen se encarga del diseño y la creación técnica y yo de los textos, la estrategia de comunicación en el blog, la organización de la información… Nuestra unión significaba poder ofrecer un servicio de principio a fin, agilizando el proceso de trabajo, reduciendo los tiempos, con mejor comunicación y coordinación del equipo, etc. y eso gusta a los clientes: conocer a todo el equipo de trabajo que va a ayudarle a tener una imagen en Internet.
M.F. En nuestro caso recomendamos mucho la unión entre personas emprendoras, bien a modo de empresa o bien como colaboración puntual, ya que siempre es muy positivo poder abordar proyectos conjuntamente. Además, salga bien o salga mal, el aprendizaje es brutal.
La consolidación de un negocio
GZT: Cinco años después Buzzko es una empresa consolidada. Se habla mucho de las dificultades en los inicios de una empresa, pero no tanto de lo que viene después. ¿Lo más difícil es consolidarse?
M.F. Aunque ahora nos vaya muy bien y estemos más tranquilas que al principio, nos da la sensación de que nunca terminas de consolidarte del todo.
I.G. No terminamos de relajarnos: siempre estamos alerta para seguir aprendiendo, mejorando y buscando nuevos clientes. Además, creemos que precisamente eso es lo que hace que una empresa siga mejorando y evolucionando.
GZT: ¿Cómo os ha ayudado Gaztenpresa? ¿Cuál era el mayor reto?
M.F. / I.G. Para nosotras Gaztenpresa fue muy útil a la hora de lanzar la empresa. Estar acompañadas por asesores profesionales que te guían, te ayudan y te aconsejan por dónde tirar los primeros años de actividad se agradece mucho. Relacionado con la pregunta anterior, es clave el asesoramiento y la guía en todo el camino de consolidación de la empresa.
De trabajadoras a empresarias
GZT: ¿Es difícil dejarse aconsejar?
M.F. / I.G. En el caso de Buzzko no, ya que sabíamos qué partes del proyecto controlábamos y cuáles no. Necesitábamos ayuda en lo relativo a las cuentas y al activar el “chip de comercial”. Pasamos de ser trabajadoras a empresarias, y debíamos aprender a vender nuestro proyecto. Siempre hemos agradecido lo que nos ayudan en este sentido.
GZT: Os mantenéis muy activas en redes sociales y en vuestra web. Además de un blog con información útil de perfil más técnico, recomendáis en Twitter música todos los viernes, subís vídeos graciosos en Youtube y Facebook, compartís lecturas especializadas de otras páginas… ¿Crear comunidad significa ganar clientes?
M.F. / I.G. Totalmente. Muchas de las personas que acuden a nuestros cursos o que nos piden presupuestos lo hacen porque les ha gustado lo que han visto de nosotras en Internet. Poco a poco muestras lo que sabes, tu personalidad como empresa, las prioridades que tienes… Siempre hemos intentado utilizar Internet como una herramienta para acercarnos a la gente y mostrar nuestra manera de hacer.
Internet, un escaparate mundial
GZT: ¿Qué le diríais a todos los empresarios que creen que ese tipo de acciones en la red no se traducen en clientes inmediatamente y por tanto no sirven de nada?
M.F. / I.G. Vivimos en mundo en el que casi todas las personas buscan información, opiniones, productos, empresas, servicios… en Internet. Estamos conectados las 24 horas del día. Por lo tanto, lo ideal es estar ahí para escuchar a la audiencia, recibir críticas positivas y negativas, aprender de ellas y poder responderlas para aportar la visión de la empresa. Además, Internet está abierto las 24 horas todos los días del año en todo el mundo. ¿Por qué no vas a querer que tu empresa esté en ese escaparate mundial?
GZT: También impartís cursos de formación. ¿No estáis formando a futuros profesionales que pueden llegar a ser competencia? ¿Por qué lo hacéis? ¿Cómo os enriquece?
M.F. Puede ser, pero no nos importa. Nuestro objetivo con la formación es que la gente entienda las herramientas, fundamentos, etc. del marketing online. La importancia que tienen en nuestro día a día (con nuestros hijos, por ejemplo) o en el ámbito profesional. Los beneficios que les pueden aportar. También debemos decir que la mayoría de las personas que vienen a nuestros cursos se van habiendo aprendido muchas cosas pero también dándose cuenta de que las redes sociales, los blogs, el posicionamiento, los mailings, etc. llevan muchísimo más tiempo y trabajo de lo que pensaban en un principio.
I.G. Probablemente no salgan del curso siendo expertos, pero sí conocerán los aspectos técnicos básicos para conocer el entorno digital. Así, podrán decidir qué necesita su empresa y, por ejemplo, saber valorar qué te ofrecen cuando pides un presupuesto o te ofrecen una oferta de marketing online.
GZT: ¿Qué le diríais a alguien que está pensando en emprender?
M.F. / I.G. Emprender es un camino duro, de principio a fin. Te llevas las preocupaciones a casa, no hay horarios, tendrás que formarte en muchas cosas que jamás pensaste que necesitarías saber, te enfrentarás a todo, tendrás que tomar las decisiones tú solo… Cuando apuestas por tu proyecto, el miedo a fracasar supone mucha responsabilidad. Aun así, si hacemos balance de nuestra experiencia como emprendedoras, nos guardamos más cosas positivas que negativas. Aunque suene a tópico, todas las dificultades, retos, objetivos que nos planteamos a diario nos hacen más fuertes y profesionales. Por no hablar de la satisfacción y orgullo que sientes cuando las cosas van bien porque has trabajado duro. Así que… a por cinco años más, ¡como mínimo!