Una explanada llena de coches delante de una pantalla gigante. Cine al aire libre. Puede que te recuerde a Grease, o que te evoque cualquier otra película americana. En realidad esa escena tiene lugar todas las semanas en Getxo gracias al empeño y el tesón de dos jóvenes de la localidad: Fernando Soigne y Jaime Castaños. Esta es la historia del Autocine Getxo.
Blog Gaztenpresa: ¿Cómo se os ocurrió montar un autocine?
Autocine Getxo: Fernando conocía el Autocine Gijón, que lleva mas de 20 años funcionando. Hablamos con el dueño y vimos que podía ser una muy buena opción implantar algo parecido en Bizkaia.
B.G: ¿Fue difícil dar el paso? ¿Tuvisteis que dejar algún trabajo?
A.G: Ambos estábamos en paro tras años trabajando en cosas muy diferentes. En ese sentido, no tuvimos que renunciar a nada.
B.G: ¿Cuáles han sido los principales obstáculos en el proceso de emprender? ¿Y las principales ayudas?
A.G: Lo más complicado ha sido conseguir la financiación y sacar adelante todos los tramites administrativos, que en algunos momento te puede llegar a desesperar. En cuanto a las ayudas, tenemos que decir que sin el apoyo a lo largo de todo el proceso de Getxolan y Gaztenpresa hubiese sido muy difícil llevar a buen puerto este proyecto.
B.G: ¿Qué le diríais a una persona que está pensando en emprender?
A.G: Sobre todo que sea realista en cuanto a las posibilidades de éxito de la empresa. Para ello le diría que es necesario un buen plan de negocio y, si es factible, lanzarse a ello de cabeza sabiendo que la clave es el trabajo.
B.G: ¿Cuál es vuestro objetivo a medio plazo?
A.G: Queremos asentarnos como un plan de ocio habitual entre la gente de Bizkaia.
B.G: ¿Es Euskadi un buen lugar para emprender?
A.G: Sí, sin lugar a dudas. Está claro que siempre se pueden mejorar cosas, pero lo cierto es que si nos fijamos en nuestro entorno, salen muchos proyectos adelante. Por algo será…
B.G: ¿Tenéis personas o países referentes en materia de emprendimiento?
A.G: En realidad no. Cualquiera que haya empezado desde abajo, y con esfuerzo y lucha haya conseguido sacar su negocio adelante, da igual que sea un dueño de un bar o de una franquicia.